lunes, 17 de marzo de 2014

Cruasanes con mermelada de pera.

Holaaaa ¿qué tal ha ido la semana?
Espero que muy bien y el fin de semana mejor.

Ayer estuve muy pero que muy liada con la recetíta, que digo la RECETAZA que os traigo ya que lleva muuucho tiempo y muuucha paciencia elaborarla  pero merece la pena, porque el resultado es buenísimo.


Bueno la verdad es que no la hice sola, me estuvo ayudando mi hija que también es una loca de la repostería y cada vez la gusta más implicarse e incluso hacer alguna que otra cosilla ella sola cuando los estudios la dejan tiempo.

Teníamos muchas ganas de hacer esta receta, pero como hay que reservar prácticamente un día para ella hasta ayer no pudo ser, pero todo llega y a las 9:00 empezamos con mucha tranquilidad  y hacia las 16:00 de la tarde ya los teníamos en el horno.

Que no os desanime lo del tiempo porque una vez que empecéis y vayáis viendo que cada paso sale bien vais a disfrutar de cada fase de la receta.

La verdad es que nosotras estábamos deseando que llegara el sábado para hacerla, casi hemos estado contando los días. Sencillamente a nosotras nos encanta planificar juntas las recetas y disfrutamos con  el simple hecho de  sacar los ingredientes de la nevera y pesarlos para comenzar con cualquier receta.



Si además el resultado es el que veis en la foto pues seguramente los repitamos más de una vez.

También os digo que la receta  de los cruasanes es de Xabier Barriga por lo tanto el EXITAZO está asegurado.

Empiezo ya con la receta porque todavía os queda mucho ver.

Ingredientes:
  • 500 gr. de harina de media fuerza.
  • 10 gr. de sal.
  • 40 gr. de azúcar.
  • 10 gr. de leche en polvo (opcional, yo no lo eche).
  • 250 ml. de agua.
  • 25 gr. de levadura fresca.
  • 250 gr. de mantequilla para el plegado.
  • 1 huevo para pintar las piezas ( yo no usé).
  • sal.
Elaboración:

Esta receta a diferencia de otras no la vamos a realizar con robot de cocina, haremos todo el amasado a mano.

Comenzamos preparando los ingredientes teniéndolos a temperatura ambiente y pesándolos.

Mezclamos en un bol la harina, sal, azúcar y casi toda el agua, digo casi toda porque de primeras no debéis echarla de golpe, reservar un poquito.

Durante esta primera fase reservamos la levadura que no utilizaremos hasta después del primer reposo de la masa.

Haremos en primer lugar el fresado de la masa, esto consiste en mezclar simplemente los ingredientes con los dedos cuando ya tenemos esto conseguido echamos la masa en una superficie y comenzamos con el amasado.

No hay un número establecido de las veces que tenemos  que repetir el proceso de amasado y reposo de la masa.  

Yo lo tuve que hacer cuatro veces, lo que si os digo es que mientras  no veáis que la masa, después de cada reposo, esta lisa, homogénea y sin bultos es mejor seguir dejándola reposar tapada con un trapo, ya que de este proceso dependerá el que después la mantequilla se integre mejor y que durante el estirado con rodillo la  masa este elástica y no cueste estirarla ni se salga la mantequilla y podáis hacer los pliegues sin miedo a que se rompa.


La primera foto corresponde al primer amasado y posterior reposo de 15 minutos. Tras el primer reposo estiramos un poco la masa con las manos y echamos la levadura troceada, añadimos unas gotas de agua sobre ella y extendemos se hará como un barrillo doblamos y amasamos, no importa si se queda un poco de levadura sobre la superficie de trabajo el amasado no tiene que ser de mas de 2 minutos.

La siguiente foto es del segundo amasado y reposo de 15 minutos en esta podéis ver que la superficie está algo más lisa pero al coger un trozo y estirarlo todavía se rompe con mucha facilidad.



Este es el resultado del tercer amado y posterior reposo de 15 minutos.



Os meto entre medias una foto de lo ricoooosssss que quedaron para animaros, ya lo se, es una receta muyyyy larga y hay que leer muchoooo, pero no os tenéis que desesperar porque luego me lo vais a agradecer.

Bueno, bueno seguimos con las manos en la masa.


Y este es el cuarto y último reposo. La masa al estirarla y aplastarla con las manos esta más elástica y se aprecian menos bultos.

Os hago mucho hincapié en el reposo ya que con esto vais a conseguir una masa de tacto suave y extensible.


En este punto pasamos el rodillo,estiramos la masa y la cubrimos con film para que no forme costra.


Metemos la masa en la nevera durante una hora.


Y mientras disfrutemos de lo que nos espera al terminar esta receta.


Ummmm!!! Cada vez queda menos para la merendola.

Vale yaaaa! Seguimos con el tema.

Preparamos la mantequilla, hacemos un bloque con ella y la metemos en un papel de horno doblado, la alisamos con el rodillo hasta conseguir un rectángulo que entre en la masa y esta pueda cerrarse sin dificultad.


Metemos la mantequilla en la masa y la cerramos bien. 

Estiramos, primero en vertical y luego en horizontal, pero siempre comenzando del centro hacia arriba y del centro hacia abajo. Después primero el lado derecho del centro hacia arriba y luego hacia abajo y el lado izquierdo primero hacia arriba y luego hacia abajo. Doblamos y metemos en la nevera 15 minutos. 
Repetimos este proceso 2 veces más. En total hacemos tres pliegues a la masa.


 



Al sacar la masa de la nevera tras el tercer pliegue la estiramos hasta dejarla con 1 cm de grosor.



Igualamos los bordes con un cuchillo y comenzamos a cortar triángulos.




Hacemos un pequeño corte en la parte superior y comenzamos a enrollar sobre si mismo el futuro cruasán hasta llegar a recoger la punta. Como se indica en la foto.




Dejamos los cruasanes que reposen aproximadamente unas dos horas o hasta que doblen su tamaño, yo les deje dos horas y media, pero depende de la temperatura del sitio donde los pongáis.



En serio que ahora vais a flaquear, pero si no queda casi nada para que los tengáis serviditos en un plato con un café, mermelada y todo lo que cada uno quiera añadir a esta merienda o desayuno.


Pasado este tiempo ya están listos para meterlos en el horno precalentado a 180 grados unos 17 minutos, ese fue el tiempo que tardaron en hacerse los míos, pero tendréis que tener en cuenta vuestro horno.



Sencillamente fantásticos.


Aquí podéis observar los pliegues que se forman después del horneado.


Ufffff! Por fin hemos terminado han quedado muy bien, saben genial y ¿qué si sólo han sido unas cuatro o cinco horas?

Pero me encanta pasar las horas haciendo estas cosas, que le voy a hacer no puedo remediarlo.




Ahhhh! Os he dicho que ya habíamos terminado pues no es verdad, porque la mermelada que veis en el cruasán también es casera, pero os prometo que en una par de líneas os lo cuento. Bueno a lo mejor son cinco líneas.

Ingredientes:
  • 1 kilo de peras peladas y troceadas.
  • 300 g de azúcar moreno.
Elaboración:

Ponemos al fuego en una cazuela las peras y el azúcar, dejamos que cueza la mezcla y vamos removiendo de vez en cuando. Dejamos a fuego flojo durante 45 minutos.

Tenemos que obtener una mezcla densa pero no excesivamente espesa. Si no os gusta encontraros tropezones de fruta podéis hacer lo que yo, triturarla y cuando este a temperatura ambiente la metéis en un frasco lo cerráis bien y lo ponéis boca abajo para que haga un pequeño vacío.

Debéis tener en cuenta que esta mermelada hay que consumirla en un periodo de tiempo corto. Aunque también os digo que os dura perfectamente algo más de un mes en la nevera una vez que la halláis abierto.

Otro día os cuento como hacer el proceso de esterilización y envasado de las mermeladas o conservas de forma  más duradera.


Pasar una semana estupenda y aprovechar mucho el solecito que estamos teniendo.

Beatriz.

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